Como se genera una adiccion

Ciencia de la adicción
Lo primero es lo primero: La adicción no es un fallo moral, una elección o un defecto de carácter. La adicción, también conocida como trastorno por consumo de sustancias, es una enfermedad. Los principales expertos en salud están de acuerdo: La Asociación Médica Americana, los Institutos Nacionales de la Salud, la Organización Mundial de la Salud, etc.
El tratamiento de la adicción es muy eficaz. Décadas de investigación científica demuestran cuáles son los tratamientos que mejor funcionan, pero no hay una solución única para todos. Desde planes personalizados hasta terapias y medicamentos, sepa qué debe buscar en un tratamiento contra la adicción.
El cerebro humano está programado para recompensarnos cuando hacemos algo placentero. Hacer ejercicio, comer y otros comportamientos directamente relacionados con nuestra supervivencia desencadenan la liberación de un neurotransmisor llamado dopamina.
Las drogas activan esa misma parte del cerebro: el sistema de recompensa. Cuando alguien consume una sustancia -ya sea marihuana, opiáceos, cocaína u otras drogas-, su cerebro libera mucha dopamina. Este proceso indica al cerebro que se trata de un comportamiento que debe ser recordado y repetido.
Propenso a la adicción
Afección médicaAdicciónOtros nombresTrastorno por consumo grave de sustancias[1][2]Imágenes de tomografía por emisión de positrones del cerebro que comparan el metabolismo cerebral de una persona sana y una persona con adicción a la cocaínaEspecialidadPsiquiatría, psicología clínica, toxicología, medicina de las adicciones
La adicción es un trastorno neuropsicológico caracterizado por un impulso persistente e intenso de participar en determinados comportamientos, uno de los cuales es el consumo de una droga, a pesar de los daños sustanciales y otras consecuencias negativas. El consumo repetido de drogas suele alterar la función cerebral de forma que perpetúa el ansia y debilita (aunque no anula por completo) el autocontrol[6]. Este fenómeno -las drogas remodelan la función cerebral- ha llevado a entender la adicción como un trastorno cerebral con una compleja variedad de factores psicosociales y neurobiológicos (y, por tanto, involuntarios)[a] implicados en el desarrollo de la adicción[3][7][8]. [3] [7] [8] Entre los signos clásicos de adicción se incluyen la participación compulsiva en estímulos gratificantes, la preocupación por sustancias o conductas y el consumo continuado a pesar de las consecuencias negativas. Los hábitos y patrones asociados a la adicción suelen caracterizarse por la gratificación inmediata (recompensa a corto plazo),[9][10] unida a efectos nocivos retardados (costes a largo plazo)[7][11].
Cómo detectar una adicción
Las personas con adicción pierden el control sobre sus actos. Ansían y buscan drogas, alcohol u otras sustancias cueste lo que cueste, incluso a riesgo de dañar amistades, perjudicar a la familia o perder el trabajo. ¿Qué tiene la adicción que hace que la gente se comporte de forma tan destructiva? ¿Y por qué es tan difícil dejarla?
Un cerebro sano recompensa los comportamientos saludables, como hacer ejercicio, comer o relacionarse con los seres queridos. Lo hace activando circuitos cerebrales que te hacen sentir bien, lo que te motiva a repetir esos comportamientos. Por el contrario, cuando estás en peligro, un cerebro sano empuja a tu cuerpo a reaccionar rápidamente con miedo o alarma, para que te alejes del peligro. Si te tienta algo cuestionable -como comer helado antes de cenar o comprar cosas que no te puedes permitir-, las regiones frontales del cerebro pueden ayudarte a decidir si las consecuencias merecen la pena.
Pero cuando te vuelves adicto a una sustancia, ese cableado normal de procesos cerebrales útiles puede empezar a jugar en tu contra. Las drogas o el alcohol pueden secuestrar los circuitos de placer/recompensa de tu cerebro y engancharte a querer más y más. La adicción también puede activar los circuitos emocionales que detectan el peligro, haciéndote sentir ansioso y estresado cuando no estás consumiendo drogas o alcohol. En esta fase, la gente suele consumir drogas o alcohol para no sentirse mal y no por sus efectos placenteros.
Drogadicción
Las máscaras de lesiones desidentificadas en el espacio del atlas MNI de nuestros dos conjuntos de datos primarios (cohortes de Iowa y Rochester) están disponibles en Harvard Dataverse (https://doi.org/10.7910/DVN/8BHHRS). Los datos clínicos y conductuales de los pacientes con lesiones están disponibles previa solicitud, sujetos a las políticas y procedimientos de la institución en la que se recopiló cada conjunto de datos. Las solicitudes de datos deben enviarse a los autores correspondientes.
El código para el análisis de la conectividad de las lesiones está disponible gratuitamente en la caja de herramientas Lead-DBS (www.lead-dbs.org). Hemos puesto a disposición del público una versión totalmente preprocesada de nuestro conectoma funcional de 1.000 individuos (https://doi.org/10.7910/DVN/ILXIKS), que se creó utilizando los datos del Brain Genomics Superstruct Project (https://doi.org/10.7910/DVN/25833), junto con todo el código y los parámetros utilizados para procesar los datos (https://doi.org/10.5281/zenodo.4905738).
M.D.F. y S.H.S. poseen patentes sobre el uso de la conectividad cerebral para guiar la estimulación cerebral. M.D.F. y S.H.S. han recibido financiación de investigación iniciada por el investigador de Neuronetics, que no está relacionada con el presente trabajo. Los demás autores declaran no tener intereses contrapuestos.