Dsm v adicciones

Trastorno adictivo
La cuestión del diagnóstico psiquiátrico siempre ha suscitado controversia. La publicación el año pasado de la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) trajo su dosis de controversia, pero no tanta en el campo de las adicciones. A medida que el DSM-5 se generaliza, surgen preguntas sobre los detalles de la transición desde la edición anterior. No se me ocurre nadie más cualificado para hablar de estos detalles que nuestro bloguero invitado de este mes, el Dr. Roger Peele.
Actualmente psiquiatra jefe del condado de Montgomery, Maryland, Roger ha sido un líder dentro de la Asociación Americana de Psiquiatría durante muchos años y estuvo íntimamente involucrado en el esfuerzo de varios años que culminó en la publicación del DSM-5. He colaborado estrechamente con él en una serie de asuntos, incluido el exitoso esfuerzo por aumentar el número de pacientes a los que un médico puede recetar buprenorfina. Cuando las cuestiones emocionales empiezan a inmiscuirse en los desacuerdos profesionales, siempre he mirado a Roger como una firme voz de la razón.
Adicción al juego dsm-5
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) es una herramienta de diagnóstico fundamental publicada por la Asociación Americana de Psiquiatría. Este texto se considera el patrón oro en salud mental e influye en cómo se investigan, diagnostican y tratan los trastornos -incluida la adicción-. El DSM-5 es la quinta edición, que se actualizó en 2013 con aportaciones de los principales expertos en el campo de la salud mental.
Esta última versión mejora el enfoque del DSM sobre los trastornos por consumo de sustancias. La adicción ya no se divide en dos trastornos vagos y mal definidos: la dependencia y el abuso de sustancias. En su lugar, el DSM-5 se centra menos en la abstinencia y más en 11 criterios, o síntomas, que caracterizan la gravedad de la adicción de un individuo. Exploremos cómo estas características pueden ayudar mejor a los profesionales sanitarios a reconocer y abordar la adicción.
Según el DSM-5, un trastorno por uso de sustancias (TUS) implica patrones de síntomas causados por el consumo de una sustancia que un individuo sigue tomando a pesar de sus efectos negativos. Basándose en décadas de investigación, el DSM-5 señala 11 criterios que pueden derivarse del abuso de sustancias. Estos criterios se engloban en cuatro categorías básicas: deterioro del control, dependencia física, problemas sociales y consumo de riesgo:
Dsm-5 síntomas de adicción
A lo largo de los años, algunos han querido imaginar la adicción como si estuviera representada en una pirámide en la que el mero consumo se sitúa en la base, el abuso en la parte superior y la dependencia en la cúspide. Este tipo de enfoque sugiere un continuo en el que un individuo podría subir y bajar en la pirámide dependiendo de las condiciones en un momento dado. Sin embargo, no existe tal continuidad. Los que padecen una enfermedad adictiva suelen reconocer que consumen de una forma distinta a la de sus compañeros desde el momento de su primer consumo. Y es muy raro el individuo que, sin padecer una enfermedad adictiva, desarrolla la enfermedad como resultado del impacto de las sustancias adictivas en su cerebro.
El DSM-5 ya ha llegado. Es fundamental reconocer que la enfermedad adictiva en sí no ha cambiado con esta nueva publicación. La enfermedad es la que era. Puede que utilicemos una terminología diferente, ya que "abuso" ha desaparecido y "dependencia" ha vuelto a sus raíces farmacológicas, donde volverá a referirse al desarrollo de tolerancia y síndrome de abstinencia. Aplaudimos al DSM-5 por utilizar el término "trastornos adictivos" dentro de su marco general. Sin embargo, el DSM-5 no habla de adicción, sino más bien de algunos de los marcadores que se observan en las enfermedades adictivas.
Adicción conductual dsm-5
Independientemente de la sustancia concreta, el diagnóstico de un trastorno por consumo de sustancias se basa en un conjunto patológico de conductas relacionadas con el consumo de esa sustancia. Estos comportamientos se dividen en cuatro categorías principales
1) Consumir durante períodos de tiempo más largos de lo previsto, o consumir cantidades mayores de lo previsto; 2) Querer reducir el consumo, pero no conseguirlo; 3) Dedicar un tiempo excesivo a conseguir/consumir/recuperarse del consumo de drogas; 4) Antojos tan intensos que es difícil pensar en otra cosa.
Quizá recuerde nuestra definición de adicción: La adicción es la participación repetida en una sustancia o actividad, a pesar del daño sustancial que ahora causa, porque esa participación era (y puede seguir siendo) placentera y/o valiosa. El deterioro social es un tipo de daño sustancial (o consecuencia) causado por el consumo repetido de una sustancia o actividad.
5) Las personas pueden seguir consumiendo a pesar de tener problemas con el trabajo, los estudios o las obligaciones familiares o sociales. Esto puede incluir ausencias repetidas del trabajo, bajo rendimiento escolar, descuido de los hijos o incumplimiento de las responsabilidades domésticas.