Drogas y otras adicciones

Teorías de la adicción Nuevos tratamientos y el papel del médico
Alrededor de 1 de cada 20 australianos tiene un problema de adicción o abuso de sustancias. Puede provocar cambios y daños a largo plazo en el cerebro y otros órganos. El abuso de sustancias es una de las principales causas de enfermedad mental.
Las sustancias de las que más se abusa en Australia son el tabaco y el alcohol. Fumar es la causa más evitable de enfermedad y muerte. Alrededor de 1 de cada 10 australianos mayores de 14 años fuma cada día, y el tabaquismo causa más del 9% de la carga de morbilidad en Australia.
Algo menos de 1 de cada 6 australianos bebe a niveles de riesgo. El alcohol puede provocar a corto plazo riesgo de accidentes, lesiones o comportamientos violentos, así como complicaciones médicas a largo plazo, como enfermedades hepáticas y trastornos mentales.
A la mayoría de la gente le gusta beber de vez en cuando. Pero cuando alguien pierde el control sobre el alcohol o las drogas, cuando la sustancia empieza a causar daños como lesiones o problemas médicos, a dañar las relaciones o a causar problemas en el trabajo, entonces puede ser una señal de que el hábito se está convirtiendo en un problema.
El alcohol es la droga social más consumida en Australia. Aumenta el riesgo de depresión y ansiedad y otras enfermedades mentales en algunas personas. Asimismo, las personas con problemas de salud mental son más propensas a abusar del alcohol que las demás. El alcohol puede restar eficacia a medicamentos como los antidepresivos. A corto plazo, el alcohol es una de las principales causas de violencia y comportamiento suicida.
Vídeo de sensibilización sobre el abuso de drogas de la FTA
La drogadicción puede comenzar con el consumo experimental de una droga recreativa en situaciones sociales y, para algunas personas, el consumo se hace más frecuente. Para otros, sobre todo con los opiáceos, la drogadicción comienza cuando toman medicamentos recetados o los reciben de otras personas que los tienen recetados.
A medida que pasa el tiempo, es posible que necesites dosis mayores de la droga para colocarte. Pronto puede necesitar la droga sólo para sentirse bien. A medida que aumenta el consumo, puede resultarte cada vez más difícil prescindir de la droga. Los intentos de dejar la droga pueden provocar intensos deseos de consumirla y hacerte sentir físicamente enfermo. Esto se denomina síndrome de abstinencia.
La ayuda del médico, la familia, los amigos, los grupos de apoyo o un programa de tratamiento organizado pueden ayudarle a superar la drogadicción y a mantenerse libre de drogas.Productos y ServiciosMostrar más productos de Mayo Clinic
Cómo reconocer el consumo de drogas nocivas en los miembros de la familiaA veces es difícil distinguir el mal humor o la ansiedad normales en la adolescencia de los signos de consumo de drogas. Los posibles signos de que su hijo adolescente u otro miembro de la familia está consumiendo drogas incluyen:
La drogadicción y el cerebro
La drogodependencia se refiere al escenario en el que una persona es incapaz de poner fin a su consumo de sustancias sin sufrir efectos secundarios adversos conocidos como síntomas de abstinencia. La dependencia describe los efectos físicos de reducir o abandonar el consumo de drogas, mientras que el trastorno por consumo de sustancias, o adicción, se refiere a las repercusiones a largo plazo sobre la salud, las relaciones y la posición social de una persona. Para comprender mejor la drogodependencia, el tema se ha desglosado en seis tipos.
El alcohol es la droga de la que más se abusa en el mundo e influye negativamente en el funcionamiento del cerebro y el cuerpo. Una persona puede elegir beber para sentir los efectos depresores del alcohol, que ralentizan el sistema nervioso central y reducen el número de pensamientos ansiosos o estresantes que se producen. También es habitual utilizar el alcohol como forma de automedicación para otras enfermedades mentales. Cuando se rompe la dependencia, los individuos pueden experimentar cambios de humor extremos, temblores e incluso alucinaciones.
Este tipo también incluye los hipnóticos conocidos como barbitúricos, mientras que los sedantes se denominan benzodiacepinas. Los hipnóticos se utilizan para los trastornos del sueño, ya que reducen la actividad cerebral del consumidor. Los sedantes, o benzos, interactúan con distintos neurotransmisores para conseguir efectos similares pero con medios diferentes. Tanto los hipnóticos como los sedantes son adictivos y pueden provocar sobredosis a medida que aumenta la tolerancia.
Adicción al alcohol y las drogas, tratamiento y recuperación
Afección médicaAdicciónOtros nombresTrastorno por consumo grave de sustancias[1][2]Imágenes de tomografía por emisión de positrones del cerebro que comparan el metabolismo cerebral de una persona sana y una persona con adicción a la cocaínaEspecialidadPsiquiatría, psicología clínica, toxicología, medicina de las adicciones
La adicción es un trastorno neuropsicológico caracterizado por un impulso persistente e intenso de participar en ciertos comportamientos, uno de los cuales es el consumo de una droga, a pesar de los daños sustanciales y otras consecuencias negativas. El consumo repetido de drogas suele alterar la función cerebral de forma que perpetúa el ansia y debilita (aunque no anula por completo) el autocontrol[6]. Este fenómeno -las drogas remodelan la función cerebral- ha llevado a entender la adicción como un trastorno cerebral con una compleja variedad de factores psicosociales y neurobiológicos (y, por tanto, involuntarios)[a] implicados en el desarrollo de la adicción[3][7][8]. [3] [7] [8] Entre los signos clásicos de adicción se incluyen la participación compulsiva en estímulos gratificantes, la preocupación por sustancias o conductas y el consumo continuado a pesar de las consecuencias negativas. Los hábitos y patrones asociados a la adicción suelen caracterizarse por la gratificación inmediata (recompensa a corto plazo),[9][10] unida a efectos nocivos retardados (costes a largo plazo)[7][11].