Enfermedad adiccion al celular

Cómo tratar la adicción al teléfono
Las investigaciones demuestran que las personas tocan sus teléfonos 2.617 veces al día, los usuarios de iPhone desbloquean sus teléfonos 80 veces al día, los estadounidenses pasan 5 horas al día navegando y el uso del teléfono causa el 26% de los accidentes de tráfico.1
¿Considerarías esto un comportamiento adictivo? Muchos sí. De hecho, ¡hasta hay una fobia que lleva su nombre! La "nomofobia", acrónimo de no-mobile-phone-phobia, se acuñó a finales de la década de 2000. Se refiere al miedo irracional a quedarse sin el dispositivo móvil.2 Este miedo provoca auténticos sentimientos de ansiedad.
Los creadores de los teléfonos móviles son conscientes desde hace tiempo de los peligros del uso excesivo de la tecnología. De hecho, incluso los pioneros en este campo, Bill Gates y Steve Jobs, admitieron haber limitado severamente el uso que sus propios hijos hacían de la misma tecnología que ellos mismos ayudaron a desarrollar.3
Aunque similar a la adicción al juego, la adicción a los teléfonos inteligentes no es técnicamente un trastorno reconocido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). Para calificar la adicción a los teléfonos inteligentes, los expertos sugieren que una persona debe cumplir cuatro o más de los siguientes criterios:
¿Qué enfermedades provoca el uso excesivo del teléfono móvil?
Depresión. Trastorno obsesivo compulsivo. Problemas de pareja. Las relaciones fuera de línea pueden sufrir como consecuencia de la desatención en favor del uso excesivo del móvil y las redes sociales.
¿Qué es el trastorno de adicción al móvil?
La adicción a los teléfonos inteligentes es un trastorno que implica el uso excesivo compulsivo de los dispositivos móviles, cuantificado normalmente como el número de veces que los usuarios acceden a sus dispositivos y/o la cantidad total de tiempo que están en línea durante un periodo determinado. El uso compulsivo del smartphone es sólo un tipo de adicción a la tecnología.
¿Es la nomofobia un trastorno mental?
Es importante señalar que, aunque muchas personas dicen sentir ansiedad o miedo por estar sin sus teléfonos, la nomofobia no está reconocida oficialmente como un trastorno por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5).
Causas y efectos de la adicción a los smartphones
Resultados: Comorbilidad con depresión, ansiedad, TOC, TDAH y trastorno por consumo de alcohol. El uso excesivo de smartphones se asocia a dificultades en la regulación cognitivo-emocional, impulsividad, deterioro de la función cognitiva, adicción a las redes sociales, timidez y baja autoestima. Los problemas médicos incluyen problemas de sueño, reducción de la forma física, hábitos alimentarios poco saludables, dolor y migrañas, reducción del control cognitivo y cambios en el volumen de materia gris del cerebro.
Los efectos del uso excesivo de pantallas de ordenador y teléfonos inteligentes están suscitando gran preocupación entre las autoridades sanitarias y educativas debido a los efectos negativos de dicho uso en niños y adolescentes. Revisiones recientes han argumentado que las pruebas que apoyan el uso excesivo de smartphones como una conducta adictiva son escasas. En particular, Billieux (1) ha argumentado que no hay pruebas suficientes de las similitudes conductuales y neurobiológicas entre el uso excesivo de teléfonos inteligentes y otros tipos de conductas adictivas. Panova y Carbonell (2) también argumentaron que no hay pruebas suficientes para apoyar el diagnóstico de la adicción a los teléfonos inteligentes y, por último, Montag et al. (3) han argumentado que el uso excesivo de teléfonos inteligentes es una forma de trastorno por uso de Internet. Los teléfonos inteligentes se utilizan para diversos fines, como juegos, servicios de redes sociales (SNS) o ver videoclips (YouTube). Por lo tanto, el uso excesivo de teléfonos inteligentes puede tener características diferentes según el tipo de uso del teléfono inteligente. En este artículo se revisarán las pruebas existentes sobre el uso excesivo de teléfonos inteligentes y se analizarán sus similitudes y diferencias con la adicción a Internet.
Definición de adicción al teléfono
El uso del teléfono móvil ha crecido exponencialmente en los últimos años, sobre todo tras la aparición de los dispositivos inteligentes. Los teléfonos inteligentes son ahora nuestros compañeros de trabajo, vida social, ocio e incluso familia. Sin embargo, su uso excesivo puede acarrear problemas de dependencia, adicción y miedo.
Si nos paramos a pensar qué es lo que más miramos durante el día, probablemente la respuesta no sería nuestra familia o amigos, ni la televisión o los libros. La opción más factible sería el teléfono móvil. Ese pequeño aparato que forma gran parte de nuestras vidas con los correos electrónicos del trabajo, los mensajes instantáneos, las redes sociales o los vídeos a la carta. En casos extremos, puede desembocar en lo que se conoce como "nomofobia", un trastorno que los expertos han descrito como la enfermedad del siglo XXI.
La nomofobia representa el miedo irracional a quedarse sin teléfono móvil. El término se acuñó en 2009 en el Reino Unido y procede del anglicismo "nomophobia" ("no-mobile-phone-phobia"). La dependencia del dispositivo electrónico provoca una sensación infundada de comunicación en el usuario que no dispone del aparato, ya sea porque se lo ha dejado en casa, se ha quedado sin batería o está fuera de cobertura. En esta línea, un estudio de YouGov Real Time en 2019 reveló que el 44% de los británicos encuestados se sentía ansioso si no podía utilizar su teléfono móvil para "mantenerse en contacto" con su círculo.
Síntomas de la adicción al teléfono
En la era moderna, los teléfonos inteligentes forman parte de nuestra vida cotidiana, y mucho. Según una encuesta, el estadounidense medio pasará 76.500 horas, o casi nueve años de su vida, utilizando su dispositivo móvil[1]. Esto se basa en la edad media de adquisición de un smartphone, que ahora es de poco más de diez años[2], junto con tres horas (de media) de uso diario. ¿Por qué la gente pasa tanto tiempo mirando estas pequeñas pantallas? La respuesta se reduce en gran medida a la adicción al teléfono.
Los estudios demuestran no sólo que las personas pueden tener comportamientos adictivos en torno al uso de sus teléfonos inteligentes, sino también que la adicción a los teléfonos inteligentes cambia áreas clave del cerebro de forma similar a las drogas[3]. La sensación automática de tener que mirar el móvil docenas de veces al día se debe a la disfunción de una parte del cerebro llamada sistema límbico[4]. La buena noticia es que este circuito improductivo puede recablearse gracias a la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro de reorganizarse formando nuevas vías neuronales[5].
Para muchas personas, los teléfonos inteligentes hacen la vida más cómoda. Facilitan el contacto con amigos y familiares, el seguimiento de las noticias y la búsqueda rápida de información, por nombrar sólo algunas cosas. Hacer unas cuantas llamadas, enviar unos cuantos mensajes de texto, buscar un par de cosas en Internet y consultar el tiempo cada día es un comportamiento normal y no equivale a una adicción al móvil. Sin embargo, el uso del smartphone puede convertirse rápidamente en una adicción en toda regla. Entonces, ¿cómo puedes saber si tienes un problema de uso excesivo de tu dispositivo móvil? He aquí algunos signos reveladores: