Adicción al móvil adolescentes

Test de adicción al teléfono
Mires donde mires, hay adolescentes apiñados junto a sus teléfonos. Incluso en grupo, estudian sus pantallas, hojean contenidos en las redes sociales y se hacen selfies para publicar y compartir. Por frustrante que pueda resultar intentar comunicarse con un adolescente mientras está absorto en su teléfono, los padres deben ser conscientes de que, para muchos adolescentes, su móvil no es sólo un dispositivo moderno y de alta tecnología que les permite comunicarse, sino que puede ser una adicción grave que puede provocar problemas de salud mental a largo plazo.
Según una encuesta reciente, el 50% de los adolescentes creen que son adictos a sus teléfonos móviles. Los adultos que participaron en la encuesta creen que esa cifra es mayor. En cualquier caso, el uso excesivo del móvil entre los adolescentes es cada vez más frecuente. Los adolescentes que tienen una verdadera adicción a sus teléfonos pueden mostrar algunos de los siguientes síntomas:
Los adolescentes de hoy viven en un mundo de materialismo y comodidad. Los teléfonos inteligentes se actualizan constantemente y añaden nuevas funciones deseables para los jóvenes, lo que hace que su uso frecuente sea aún más atractivo.
Efectos negativos de los teléfonos móviles en los estudiantes
Aún no tengo hijos adolescentes, pero ver a mis hijos de 8 y 10 años pasar cantidades interminables de tiempo en iPads durante las vacaciones de primavera me hace preocuparme por el día -esperemos que dentro de años- en que tengan sus propios dispositivos.
El 50% de los adolescentes se sienten adictos a sus dispositivos móviles, según la encuesta, realizada para Common Sense Media, una organización sin ánimo de lucro dedicada a ayudar a niños, padres, profesores y responsables políticos a negociar con los medios de comunicación y la tecnología. Un número mayor de padres, el 59%, afirma que sus hijos adolescentes son adictos. En la encuesta se realizaron 1.240 entrevistas a padres e hijos de 12 a 18 años.
"La adicción tecnológica puede afectar a cualquiera", afirma la experta en desintoxicación digital Holland Haiis, que describe la tecnología como "la nueva adicción del siglo XXI" en su libro "Consciously Connecting: Un proceso sencillo para reconectar en un mundo desconectado".
Profesores y alumnos escuchan al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la Mooresville Middle School de Mooresville, Carolina del Norte, el 6 de junio de 2013. Obama llegó a Carolina del Norte en el marco de su gira "Middle Class Jobs & Opportunity Tour".
Desventajas de la adicción al teléfono
Hay un debate recurrente en torno a los adolescentes y el uso del teléfono. Muchos creen que sin productividad y estimulación, los adolescentes se volverán letárgicos y no acabarán siendo miembros funcionales de la sociedad. Pero este debate no es nuevo: en los años 60, la sociedad culpaba a la televisión. En los años 70 y 80, a la música rock. Entiendo los pros y los contras del uso del móvil. Desde que tengo mi teléfono, mi capacidad de atención se acorta, tiendo a aislarme de las interacciones cara a cara más a menudo y me resulta más fácil desaparecer en mi dispositivo durante horas. Pero los teléfonos también ayudan a conectar a mi generación. Nos dan acceso a formas de activismo que yo desconocía. Mi teléfono me permitió conectar sin esfuerzo con familiares con los que hacía años que no hablaba y me ayudó a desarrollar un sentido de la independencia.
El adolescente medio pasa unas siete horas y 22 minutos al día al teléfono, y los niños de 8 a 12 años pasan unas 4,5 horas al día. Para muchos, el teléfono se ha convertido en una muleta emocional. Hay muchos estudios que sugieren que las redes sociales son malas para el adolescente medio, ya que aumentan la ansiedad y la baja autoestima de quienes las usan habitualmente. Sin embargo, otros argumentan que, dado que la tecnología está tan profundamente arraigada en la cultura de la Generación Z y Millennial, no hay forma de eliminarla de forma saludable. Ahora, nuestros teléfonos nos ayudan a mantenernos conectados en momentos en los que tenemos que estar separados. Ya sea que nos permitan participar en clases de Zoom, FaceTime entre amigos separados, o disfrutar de entretenimiento, nuestros teléfonos y dispositivos actúan como salvavidas durante esta pandemia.
Cómo pasar menos tiempo al teléfono
Resultados: Comorbilidad con depresión, ansiedad, TOC, TDAH y trastorno por consumo de alcohol. El uso excesivo del smartphone se asocia con dificultades en la regulación cognitivo-emocional, impulsividad, deterioro de la función cognitiva, adicción a las redes sociales, timidez y baja autoestima. Los problemas médicos incluyen problemas de sueño, reducción de la forma física, hábitos alimentarios poco saludables, dolor y migrañas, reducción del control cognitivo y cambios en el volumen de materia gris del cerebro.
Los efectos del uso excesivo de pantallas de ordenador y teléfonos inteligentes están suscitando gran preocupación entre las autoridades sanitarias y educativas debido a los efectos negativos de dicho uso en niños y adolescentes. Revisiones recientes han argumentado que las pruebas que apoyan el uso excesivo de smartphones como una conducta adictiva son escasas. En particular, Billieux (1) ha argumentado que no hay pruebas suficientes de las similitudes conductuales y neurobiológicas entre el uso excesivo de teléfonos inteligentes y otros tipos de conductas adictivas. Panova y Carbonell (2) también argumentaron que no hay pruebas suficientes para apoyar el diagnóstico de la adicción a los teléfonos inteligentes y, por último, Montag et al. (3) han argumentado que el uso excesivo de teléfonos inteligentes es una forma de trastorno por uso de Internet. Los teléfonos inteligentes se utilizan para diversos fines, como juegos, servicios de redes sociales (SNS) o ver videoclips (YouTube). Por lo tanto, el uso excesivo de teléfonos inteligentes puede tener características diferentes según el tipo de uso del teléfono inteligente. En este artículo se revisarán las pruebas existentes sobre el uso excesivo de teléfonos inteligentes y se analizarán sus similitudes y diferencias con la adicción a Internet.