Adicción al móvil test

Adicción al teléfono
La reciente explosión de iPhones, Androids y otros teléfonos inteligentes ha proporcionado a las personas la posibilidad de acceder a la totalidad de Internet sobre la marcha y en cualquier momento. El 90% de los adultos estadounidenses posee un teléfono móvil,1 y aunque esto puede no ser un problema para muchas personas, algunos individuos desarrollan una adicción a sus dispositivos móviles.
Los teléfonos móviles se mejoran constantemente ampliando sus funcionalidades, lo que a su vez aumenta la probabilidad de uso excesivo y adicción. Según el PEW Research Center, el 67% de los propietarios de teléfonos inteligentes han admitido que comprueban si hay llamadas o mensajes en su teléfono cuando éste no vibra ni suena.1 Éste es uno de los principales signos de dependencia del teléfono móvil y debería servir de advertencia a los propietarios de teléfonos móviles.
Aunque la adicción al móvil aún no figura en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5.ª edición (DSM-5), las investigaciones la han comparado con la adicción al juego, que tiene criterios diagnósticos más claros y está incluida en el DSM-5.
Se considera que al menos 4 de los siguientes signos y síntomas constituyen criterios de adicción al móvil, y el uso excesivo problemático del móvil debe causar un daño significativo en la vida de la persona:2,3
¿Tengo adicción al móvil?
Síntomas de la adicción al teléfono
Coges el móvil en cuanto estás solo o aburrido. Te despiertas varias veces por la noche para mirar el teléfono. Te sientes ansioso, molesto o de mal humor cuando no puedes acceder al teléfono. El uso del teléfono te ha causado un accidente o una lesión.
¿Cómo se siente la adicción al teléfono?
Intentos fallidos persistentes de utilizar el móvil con menos frecuencia. Preocupación por el uso del smartphone. Recurre al móvil cuando experimenta sentimientos no deseados, como ansiedad o depresión. Uso excesivo caracterizado por la pérdida de noción del tiempo.
Test de hipersexualidad
La reciente explosión de iPhones, Androids y otros teléfonos inteligentes ha proporcionado a las personas la posibilidad de acceder a la totalidad de Internet sobre la marcha y en cualquier momento. El 90% de los adultos en Estados Unidos posee un teléfono móvil,1 y aunque esto puede no ser un problema para muchas personas, algunos individuos desarrollan una adicción a sus dispositivos móviles.
Los teléfonos móviles se mejoran constantemente ampliando sus funcionalidades, lo que a su vez aumenta la probabilidad de uso excesivo y adicción. Según el PEW Research Center, el 67% de los propietarios de teléfonos inteligentes han admitido que comprueban si hay llamadas o mensajes en su teléfono cuando éste no vibra ni suena.1 Éste es uno de los principales signos de dependencia del teléfono móvil y debería servir de advertencia a los propietarios de teléfonos móviles.
Aunque la adicción al móvil todavía no figura en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5.ª edición (DSM-5), las investigaciones la han comparado con la adicción al juego, que tiene criterios diagnósticos más claros y está incluida en el DSM-5.
Se considera que al menos 4 de los siguientes signos y síntomas constituyen criterios de adicción al móvil, y el uso excesivo problemático del móvil debe causar un daño significativo en la vida de la persona:2,3
Efectos psicológicos de la adicción al móvil
Mujer joven usando un smartphone en la calleLa adicción al smartphone no es ninguna broma, y ahora hay una forma científica de medirla. Un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Iowa ha identificado algunos de los aspectos centrales de la nomofobia -es decir, la fobia a "no tener móvil"- con una nueva y práctica encuesta de 20 preguntas que mide la codependencia al iPhone. Desplázate hacia abajo para hacer la prueba. "La nomofobia se considera una fobia de la era moderna introducida en nuestras vidas como subproducto de la interacción entre las personas y las tecnologías móviles de la información y la comunicación, especialmente los teléfonos inteligentes", explica Caglar Yildirim, uno de los autores del estudio, a The Huffington Post en un correo electrónico. "Se refiere al miedo a no poder utilizar un teléfono inteligente ... [y] se refiere al miedo a no poder comunicarse, a perder la conectividad que permiten los teléfonos inteligentes, a no poder acceder a la información a través de los teléfonos inteligentes y a renunciar a la comodidad que ofrecen los teléfonos inteligentes". Publicidad
Test de adicción al juego
El objetivo de este estudio era desarrollar una escala de autodiagnóstico que pudiera distinguir a los adictos a los smartphones basándose en el programa coreano de autodiagnóstico de la adicción a Internet (escala K) y en las características propias del smartphone. Además, se demostró la fiabilidad y validez de la escala de adicción a los teléfonos inteligentes (SAS).
Un total de 197 participantes fueron seleccionados entre noviembre de 2011 y enero de 2012 para realizar una serie de cuestionarios, incluyendo el SAS, la escala K, el test de adicción a Internet de Kimberly Young modificado (escala Y), la escala visual analógica (EVA) y el diagnóstico de dependencia y abuso de sustancias del DSM-IV. Había 64 varones y 133 mujeres, con edades comprendidas entre los 18 y los 53 años (M = 26,06; DE = 5,96). Se realizaron análisis factoriales, pruebas de consistencia interna, pruebas t, ANOVA y análisis de correlación para verificar la fiabilidad y validez del SAS.
Basándose en los resultados del análisis factorial, se eliminó la subescala "perturbación de la prueba de realidad" y quedaron seis factores. Se verificaron la consistencia interna y la validez concurrente del SAS (alfa de Cronbach = 0,967). La SAS y sus subescalas correlacionaron significativamente con la escala K y la escala Y. La EAV de cada factor también mostró una correlación significativa con cada subescala. Además, se encontraron diferencias en las puntuaciones de la SAS en relación con el trabajo (p<0,05), la educación (p<0,05) y la adicción al smartphone autoinformada (p<0,001).