Adiccion moviles adolescentes

Ensayo sobre la adicción al teléfono
Los teléfonos móviles son una parte vital del paisaje social de los adolescentes. De hecho, las investigaciones muestran que alrededor del 95% de los adolescentes tienen acceso a un smartphone. Desde mantenerse al día con los amigos en Snapchat y la mensajería de grupo hasta los requisitos para usar aplicaciones relacionadas con la escuela, funciones de calculadora y sitios web de actualidad, parece que los adolescentes no pueden descansar de sus dispositivos. Pero, ¿qué ocurre cuando el uso ocasional del teléfono deja de serlo?
La adicción a los teléfonos inteligentes, que también puede entenderse como el miedo a quedarse sin conexión a Internet o sin servicio de telefonía móvil, se ha relacionado con muchos problemas de salud mental. Pero, a pesar de que está bien establecida la relación entre la adicción al teléfono y la depresión, la ansiedad y la soledad, hasta hace poco era un problema de gallina y huevo.
¿Causan los teléfonos estos síntomas o es más probable que las personas con estos síntomas se vuelvan dependientes de sus teléfonos? En cualquier caso, está claro, a partir de investigaciones significativas, lo importante que es poner límites de sentido común al tiempo que pasan los adolescentes frente a la pantalla para ayudarles a prevenir o controlar estos síntomas. Y para ayudarles a afrontar cualquier problema mental que surja.
Investigación sobre la adicción al móvil
En la actual era de Internet, mantener a los niños alejados de una pantalla es un gran reto para los padres. Sin embargo, su uso no está exento de ventajas. Los teléfonos inteligentes y las tabletas se están convirtiendo en herramientas esenciales de aprendizaje para los niños. Aunque el mundo online tiene muchas ventajas, es altamente adictivo y puede tener un impacto desfavorable en el desarrollo del niño. El uso irresponsable de los medios de comunicación puede provocar tendencias nocivas en los niños.
Según los estudios, los adolescentes pasan unas 9 horas al día frente a las pantallas, mientras que los niños (de 8 a 12 años) pasan 6 horas. Los efectos de los smartphones en los niños son perjudiciales. He aquí una lista de los efectos secundarios del uso excesivo de smartphones en los niños:
Muchos padres pasan la mayor parte del tiempo con sus smartphones pero les dicen a sus hijos que no los usen. En estos casos, los niños están obligados a seguir los pasos de sus padres. Cumpla lo que predica. Sea un buen modelo para sus hijos limitando el uso de su smartphone. Encuentre más tiempo para pasar con sus hijos interactuando, abrazándolos, jugando con ellos en lugar de limitarse a mirar una pantalla.
Estudio de caso de adicción al móvil
En la actual era online, mantener a los niños alejados de una pantalla es un gran reto para los padres. Sin embargo, el uso de los medios no está exento de ventajas. Los teléfonos inteligentes y las tabletas se están convirtiendo en herramientas esenciales de aprendizaje para los niños. Aunque el mundo online tiene muchas ventajas, es altamente adictivo y puede tener un impacto desfavorable en el desarrollo del niño. El uso irresponsable de los medios de comunicación puede provocar tendencias nocivas en los niños.
Según los estudios, los adolescentes pasan unas 9 horas al día frente a las pantallas, mientras que los niños (de 8 a 12 años) pasan 6 horas. Los efectos de los smartphones en los niños son perjudiciales. He aquí una lista de los efectos secundarios del uso excesivo de smartphones en los niños:
Muchos padres pasan la mayor parte del tiempo con sus smartphones pero les dicen a sus hijos que no los usen. En estos casos, los niños están obligados a seguir los pasos de sus padres. Cumpla lo que predica. Sea un buen modelo para sus hijos limitando el uso de su smartphone. Encuentre más tiempo para pasar con sus hijos interactuando, abrazándolos, jugando con ellos en lugar de limitarse a mirar una pantalla.
¿Cuál es la causa de la adicción a los smartphones?
Una nueva investigación muestra que aproximadamente la mitad de los padres temen que sus hijos sean "adictos" a sus smartphones. Entre los padres de adolescentes, seis de cada diez creen que sus hijos son adictos, y la mitad de los adolescentes están de acuerdo con ellos.
La investigación también muestra que el 90% de los padres creen que depende de ellos frenar el uso de dispositivos por parte de sus hijos. Sin embargo, según una encuesta nacional de la Australian Psychological Society (APA), el 60% de las madres y los padres nunca supervisan la actividad en línea de sus hijos adolescentes.
En todo el mundo, más de dos mil millones de personas de todas las edades tienen teléfonos inteligentes. El usuario medio consulta su teléfono 85 veces al día y le dedica unas cinco horas diarias. La mitad de ese tiempo se dedica a las redes sociales y los mensajes de texto.
Muchos investigadores dicen que no. Apuntan a la definición de la Organización Mundial de la Salud, que limita el término "adicción" a la dependencia física de una sustancia. Un smartphone no es una sustancia, señalan. Por tanto, no puede ser adictivo.
En lo que todos los observadores están de acuerdo es en que la verdadera adicción -a diferencia del hábito arraigado- acabará llevando al cerebro a recablearse. En términos sencillos, cuando el adicto consigue su "dosis", se libera dopamina, una sustancia química cerebral que le hace sentirse bien. Esto crea una vía neuronal que vincula un estímulo determinado -porno en línea o nicotina- a una recompensa química específica. Pero con el tiempo, se necesitarán más estímulos para obtener el mismo efecto.