Adiccion azucar superar

Cómo frenar los antojos de azúcar
Sharon Feiereisen es escritora independiente sobre estilo de vida. Su trabajo se ha publicado en Time Out, Newsday, The Knot, Teen Vogue, Business Insider y Hamptons Magazine, entre otros muchos medios impresos y en línea.
Isaac Winter es verificador de hechos y escritor para Real Simple, y garantiza la exactitud de los contenidos publicados investigando rigurosamente los contenidos antes de su publicación y periódicamente cuando es necesario actualizarlos. Hechos destacados: Ayudó a establecer una despensa de alimentos en West Garfield Park como empleado de AmeriCorps en Above and Beyond Family Recovery Center. Entrevistó a empleados de Heartland Alliance para un proyecto de historia oral dirigido por el Departamento de Historia del Lake Forest College. Directora editorial de la revista literaria Tusitala del Lake Forest College durante dos años.
La sabiduría popular dice: muévete más, come menos. Ojalá fuera tan sencillo. La verdad es que la industria alimentaria ha conseguido apoderarse no sólo de nuestras papilas gustativas, sino también de nuestra química cerebral y nuestras hormonas. Nos culpamos por consumir demasiado azúcar. Pero incluso a quienes son conscientes de cómo funcionan las hormonas y los neurotransmisores que alimentan los antojos de azúcar les resulta difícil aprovechar las herramientas para combatirlos cuando se destinan tantos miles de millones de dólares a impulsar este trastorno biológico. La perspectiva de renunciar por completo al azúcar puede parecer desalentadora, pero es cien por cien posible aprender a reducirlo y aflojar el control que el azúcar ejerce sobre cada uno de tus movimientos. He aquí algunas tácticas de eficacia probada que le ayudarán a acabar con su adicción al azúcar para siempre.
Ansia de dulce después de cenar
Hay algo en el azúcar que habla a tu cerebro, evocando sentimientos de felicidad con cada bocado de comida o cada sorbo de tu bebida azucarada favorita que consumes. Es en parte nostalgia y en parte reacción química. Cuanto más comes, más ansías, lo que puede llevarte por un camino de problemas de salud a largo plazo.
La adicción al azúcar puede convertirse en un círculo vicioso. Al principio, el azúcar que comes sabe bien, lo que provoca un "subidón" cuando el cerebro inicia la liberación de dopamina. A continuación, el azúcar hace que aumenten los niveles de insulina, lo que provoca un descenso de los niveles de azúcar en sangre. A medida que desciende el nivel de azúcar en sangre, aumentan el apetito y el hambre. Entonces, el cuerpo vuelve a desear azúcar para solucionar cualquier deficiencia de hambre o sensación de malestar, aunque la solución sea sólo temporal.
¿Qué tiene de malo el azúcar? Todo. Aparte de hacer que las cosas sepan mejor, el azúcar no tiene ningún valor nutricional y está lleno de calorías vacías. Estas calorías pueden crear problemas de peso y, a su vez, aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas y derrames cerebrales.
Cómo dejar de comer azúcar
Nuestra dieta cargada de azúcar nos está matando, literalmente. Esa es la conclusión de un estudio presentado en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón (AHA) en marzo de 2013. Los autores del estudio atribuyeron 180.000 muertes anuales en todo el mundo -25.000 solo en Estados Unidos- a las bebidas azucaradas. Los refrescos y las bebidas de frutas no son nuestras únicas fuentes de azúcar. El estadounidense medio consume entre 22 y 30 cucharaditas de azúcar añadido al día, según la AHA.
¿Cuánto azúcar necesitamos realmente? Según las directrices de la AHA, las mujeres no deberíamos obtener más de 100 calorías diarias (unas 6 cucharaditas) del azúcar añadido. En realidad, "no se necesita ningún azúcar añadido", afirma el Dr. Hauser.
El azúcar se presenta en muchas formas, como la miel, el sirope de arroz integral, el sirope de maíz y la melaza. Conviene limitarlos todos. En general, todos los tipos de azúcar tienen el mismo efecto en el organismo, con una excepción.
En un estudio publicado en el número del 2 de enero de la revista The Journal of the American Medical Association se analizaron imágenes cerebrales después de ingerir uno de los dos tipos de azúcares simples: fructosa o glucosa. Los investigadores descubrieron que la fructosa, pero no la glucosa, alteraba el flujo sanguíneo en las zonas del cerebro que estimulan el apetito. "Cuando ingerimos jarabe de maíz rico en fructosa y fructosa, estimula el apetito y nos hace comer más", afirma el Dr. Hauser. Así que conviene limitar especialmente los alimentos que contienen jarabe de maíz rico en fructosa (como los refrescos y los cereales azucarados).
Romper con la adicción al azúcar
¿Su hijo adolescente tiene regularmente antojos de azúcar? ¿Es capaz de terminar una comida sin comer algo dulce? ¿Ve a su hijo adolescente buscar constantemente tentempiés, postres y bebidas azucarados a pesar de saber que ha comido una comida completa y adecuada? Si la respuesta es afirmativa, es posible que su hijo adolescente sufra adicción al azúcar.
Hoy en día, el azúcar no sólo está en los postres. Sino que está en muchos de los alimentos que comemos a lo largo del día y que no consideraríamos dulces. Por ejemplo, en el pan, las barritas de cereales, el yogur, el ketchup, las bebidas para deportistas y el café aromatizado. El cuerpo humano no es capaz de procesar todos estos alimentos con mucho azúcar. Provocan un subidón de azúcar y, más tarde, un bajón y ganas de consumir más azúcar, lo que lleva a un ciclo continuo. Esto puede tener un efecto significativo en la salud mental en torno al estado de ánimo, la ansiedad y el agotamiento. También puede afectar a la salud física a través del aumento de peso, el incremento de la presión arterial y los problemas de piel.
En el caso de los adolescentes, la adicción al azúcar puede ser real, sobre todo si tenemos en cuenta que las empresas alimentarias se dirigen a los niños y adolescentes con productos de colores y envases de aperitivos azucarados. La adolescencia es también un periodo en el que se establecen los hábitos alimentarios que acompañarán a los adolescentes hasta la edad adulta. Por lo tanto, es importante evitar el azúcar y centrarse en una dieta equilibrada y sana. Sin embargo, esto puede resultar difícil, ya que las dietas azucaradas, al igual que el abuso de drogas como la cocaína o la nicotina, desencadenan señales de recompensa en el cerebro que pueden hacer perder el autocontrol. Para los padres de adolescentes que luchan por superar la adicción al azúcar, intenten seguir estos seis consejos útiles.