Adicción a los videojuegos como se llama

Trastorno de juego
La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye la adicción a los videojuegos como enfermedad Por primera vez, la Organización Mundial de la Salud incluirá el "trastorno de juego" como una adicción conductual, una medida controvertida para algunos.
Una versión de esta historia fue publicada originalmente en 2018 y ha sido actualizada. Son populares. Son controvertidos. Y ahora, los videojuegos acaban de convertirse en una adicción reconocida internacionalmente. El 25 de mayo, la Organización Mundial de la Salud votó oficialmente a favor de adoptar la última edición de su Clasificación Internacional de Enfermedades, o CIE, para incluir una entrada sobre el "trastorno de juego" como una adicción conductual. Se trata de una medida que podría alarmar a los padres de todo el país. Según Pew, el 97% de los chicos adolescentes y el 83% de las chicas juegan con algún tipo de dispositivo. Pero para ser clasificado como enfermo, no basta con ser aficionado a los videojuegos. Según la OMS, los criterios no incluyen una determinada cantidad de horas dedicadas a jugar. En cambio, la descripción es la de alguien incapaz de dejar de jugar aunque interfiera en otras áreas de su vida, como las relaciones familiares, la escuela, el trabajo y el sueño. Además, estos problemas suelen prolongarse durante al menos un año.
Test de adicción a los videojuegos
La adicción a los videojuegos (VGA), también conocida como trastorno de juego o trastorno de juego en Internet, se define generalmente como una adicción psicológica que consiste en el uso problemático y compulsivo de videojuegos que provoca un deterioro significativo de la capacidad de un individuo para funcionar en diversos ámbitos de la vida durante un periodo de tiempo prolongado. Éste y otros conceptos asociados han sido objeto de considerable investigación, debate y discusión entre expertos de varias disciplinas y ha generado controversia en las comunidades médica, científica y de jugadores. Estos trastornos pueden diagnosticarse cuando un individuo se dedica a actividades de juego a costa de cumplir con sus responsabilidades diarias o de perseguir otros intereses sin tener en cuenta las consecuencias negativas. Según la definición de la CIE-11, el principal criterio de este trastorno es la falta de autocontrol sobre el juego[3].
La Organización Mundial de la Salud incluyó el trastorno de juego en la 11ª revisión de su Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE).[4][5] La Asociación Americana de Psiquiatría (APA), aunque declaró que no hay pruebas suficientes para la inclusión del trastorno de juego por Internet en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales en 2013, lo consideró digno de un estudio más profundo.[6]
Estadísticas sobre la adicción a los videojuegos
La adicción a los videojuegos -también conocida como trastorno de juego, adicción a los videojuegos (VGA) y adicción a los juegos de ordenador- es una de las formas de adicción más recientes, y todavía existe un gran debate sobre hasta qué punto debería considerarse una enfermedad por derecho propio. Sin embargo, independientemente de su estado médico preciso, la adicción al juego ha causado un dolor incalculable a innumerables personas en las últimas décadas, y cada vez son más las que reciben tratamiento en el Reino Unido y en el resto del mundo.
Los diagnósticos de ludopatía identifican la práctica compulsiva de videojuegos en la medida en que este comportamiento causa daños físicos y/o mentales, u otros efectos perjudiciales, al jugador. Algunas personas son incapaces de dejar de jugar a videojuegos durante periodos muy largos, lo que puede tener graves consecuencias para su salud (de hecho, se han producido varias muertes relacionadas con periodos de juego tan prolongados); otras pueden ser capaces de dejar de jugar al cabo de un tiempo, e incluso alternar el juego con periodos de trabajo o actividad académica, pero no pueden deshacerse de su obsesión por el juego y dejan que domine sus vidas, posiblemente a costa de relaciones, actividades y ambiciones que antes atesoraban.
Cómo superar la adicción a los videojuegos
Con pantallas prácticamente en todas partes, controlar el tiempo que pasan los niños frente a ellas puede ser todo un reto. ¿Cómo puede controlar el tiempo que pasan sus hijos frente a las pantallas? ¿Cómo sabrá si usted o sus hijos son adictos a las pantallas o a los videojuegos?
El tiempo frente a la pantalla puede ser atractivo para personas de todas las edades. Esto se debe a que sus cerebros procesan y reaccionan a la información sensorial como si les estuviera sucediendo a ellos. Por ejemplo, muchas personas han llorado, reído o se han asustado viendo una película. Este mismo tipo de reacción es posible cuando una persona juega a un videojuego.
Mientras juega, su cerebro procesa el escenario como si fuera real. Si el juego describe una situación peligrosa o violenta, el cuerpo del jugador reacciona en consecuencia. Esta "respuesta de lucha o huida" ante ese peligro percibido se desencadena por la exposición a la intensa estimulación y violencia del juego. El uso excesivo de videojuegos puede llevar al cerebro a un estado constante de hiperactivación.
La hiperactivación es diferente en cada persona. Puede incluir dificultades para prestar atención, gestionar las emociones, controlar los impulsos, seguir instrucciones y tolerar la frustración. A algunos adultos o niños les cuesta expresar compasión y creatividad, y tienen menos interés por aprender. Esto puede conducir a una falta de empatía hacia los demás, que puede desembocar en violencia. Además, los niños que dependen de las pantallas y las redes sociales para relacionarse con los demás suelen sentirse más solos que los que se relacionan en persona.