Adiccion a los videojuegos en jovenes

¿Soy adicto a los juegos?
Estadísticas de adicción a los videojuegos en adolescentes en Los Ángeles: Uno de los pasatiempos favoritos de la mayoría de los adolescentes de hoy es jugar a los videojuegos. Por lo general, estos juegos tienen animaciones y gráficos atractivos, por lo que los jugadores se quedan atrapados fácilmente en estos mundos virtuales. Vale la pena señalar que la adicción a los videojuegos de los adolescentes está aumentando en Los Ángeles cada año.
Los videojuegos son juegos electrónicos a los que se puede jugar utilizando un sistema interactivo. Un jugador puede utilizar dispositivos de entrada como un teclado, un ratón, un mando, un joystick o sensores de movimiento. Gracias a los avances tecnológicos, los adolescentes tienen ahora los videojuegos al alcance de la mano. Pueden descargárselos fácilmente de App Store y Play Store a sus teléfonos inteligentes.
Según las estadísticas de adicción a los videojuegos, los adolescentes que pasan demasiado tiempo jugando a videojuegos violentos son más propensos a tener conductas agresivas en su vida real. Por ello, es aconsejable que los padres vigilen a sus hijos adolescentes y les animen a jugar a videojuegos con moderación.
Ayuda para padres adictos al juego
¿Cuándo una afición se convierte en adicción? Esa es la pregunta que muchos padres se plantean cuando se trata de sus hijos adolescentes y los videojuegos. Los videojuegos existen desde los años setenta. Sin embargo, a diferencia de aquellos primeros tiempos, ahora los niños no tienen que ir al salón recreativo para jugar. Lo único que tienen que hacer es encender la videoconsola de su casa.
La mayoría de los adolescentes tienen una Xbox o una PlayStation en su habitación, lo que significa que conseguir que salgan incluso para una comida familiar puede ser todo un reto. Los jugadores pueden conectarse con sus amigos a través de la videoconsola e interactuar con otros jugadores de todo el mundo. Los adolescentes juegan horas y horas, y algunos se quedan despiertos hasta altas horas de la madrugada.
Aún no se ha decidido si la adicción a los videojuegos es un trastorno real. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que lo era en 2018, pero la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) no. Muchos padres probablemente estén de acuerdo con la OMS, especialmente cuando no pueden hacer que su hijo adolescente deje el mando del videojuego para bajar a cenar con la familia o irse a la cama a una hora razonable.
Trastorno por juego en Internet
Con pantallas prácticamente en todas partes, controlar el tiempo que pasan los niños frente a ellas puede ser todo un reto. ¿Cómo puede controlar el tiempo que pasan sus hijos frente a las pantallas? ¿Cómo sabrá si usted o sus hijos son adictos a las pantallas o a los videojuegos?
El tiempo frente a la pantalla puede ser atractivo para personas de todas las edades. Esto se debe a que sus cerebros procesan y reaccionan a la información sensorial como si les estuviera sucediendo a ellos. Por ejemplo, muchas personas han llorado, reído o se han asustado viendo una película. Este mismo tipo de reacción es posible cuando una persona juega a un videojuego.
Mientras juega, su cerebro procesa el escenario como si fuera real. Si el juego describe una situación peligrosa o violenta, el cuerpo del jugador reacciona en consecuencia. Esta "respuesta de lucha o huida" ante ese peligro percibido se desencadena por la exposición a la intensa estimulación y violencia del juego. El uso excesivo de videojuegos puede llevar al cerebro a un estado constante de hiperactivación.
La hiperactivación es diferente en cada persona. Puede incluir dificultades para prestar atención, gestionar las emociones, controlar los impulsos, seguir instrucciones y tolerar la frustración. A algunos adultos o niños les cuesta expresar compasión y creatividad, y tienen menos interés por aprender. Esto puede conducir a una falta de empatía hacia los demás, que puede desembocar en violencia. Además, los niños que dependen de las pantallas y las redes sociales para relacionarse con los demás suelen sentirse más solos que los que se relacionan en persona.
Videojuegos dopamina
Los videojuegos no son del todo malos. Muchas personas son capaces de disfrutar de ellos y frenar su uso, manteniendo las interacciones sociales, las relaciones, la higiene personal, la escuela y la salud física, sin dejar de tener otros intereses.
Sin embargo, para algunas personas no es así. Los videojuegos se vuelven omnipresentes, robando cada vez más tiempo a las amistades y otras actividades que la persona disfrutaba antes. Incluso cuando no están jugando, desearían estarlo, preocupados por las ansias de volver a conectarse.
Como era de esperar, los juegos pueden liberar una dopamina comparable a los efectos de las drogas psicoestimulantes en el cerebro (Han et. Al, 2012). Cuando se consumen psicoestimulantes de forma habitual, disminuye la sensibilidad de nuestro sistema natural de recompensa (Weinstein, 2010). Entonces, ¿qué significa esto? Básicamente, si el sistema de recompensa de tu mente está insensibilizado, hacer cosas que no ofrecen niveles similares de liberación inmediata de dopamina (como jugar a un juego de mesa, hacer una manualidad o dar un paseo) no va a ser tan atractivo.