Adicción a relaciones sexuales

Comportamiento sexual compulsivo
La sexualidad es una parte importante de lo que somos y de cómo vivimos nuestra vida cotidiana. Aunque la mayoría de las personas consideran que su sexualidad es una parte positiva y agradable de lo que son, otras se ven arrastradas a relaciones o comportamientos sexuales compulsivos que poco a poco controlan sus vidas y les causan graves problemas. Muchos expertos y adictos, por igual, hablan de que el sexo adictivo es vergonzoso o secreto y a menudo abusivo. Para el adicto, el sexo se convierte poco a poco en "un sustituto de otras cosas, un acto conveniente al que recurrir en momentos de cualquier tipo de necesidad, desde escapar del aburrimiento hasta sentirse ansioso, pasando por poder conciliar el sueño por la noche".
No es divertido. Ni siquiera es erótico. La adicción sexual es una preocupación obsesiva y una actuación compulsiva que se descontrola. No se produce en busca de placer, sino porque, en algún momento, la psique confundió el sexo con el amor y el cuerpo interpretó un subidón de adrenalina como un triunfo sobre el miedo, la soledad y la incapacidad.
Los adictos al sexo no son personas que practican el sexo en exceso, ni excusan un comportamiento deliciosamente malo. Son personas sin intimidad real en sus vidas. El sexo es un sustituto poderosamente adictivo porque, durante unos segundos, llena el vacío. Y ese fugaz consuelo les hace volver a por más.
¿Qué es el síndrome hipersexual?
El comportamiento sexual compulsivo se denomina a veces hipersexualidad, trastorno de hipersexualidad o adicción sexual. I
¿Es la hipersexualidad una enfermedad mental?
Criterios de diagnóstico
Una persona debe ponerse en contacto con un profesional de la salud mental si cree que está experimentando hipersexualidad. Aunque no es un diagnóstico oficial según el DSM-5, la CIE-11 de la OMS lo reconoce como un trastorno sexual compulsivo.
¿Cuáles son las causas de la hipersexualidad extrema?
No se conocen bien las causas del comportamiento hipersexual. Sin embargo, la adicción al sexo y la hipersexualidad a veces pueden estar causadas por experiencias traumáticas, angustia o enfermedades mentales, como el trastorno bipolar. Los adultos que han sufrido abusos sexuales en la infancia pueden mostrar un comportamiento sexual más intenso.
Mi marido es sexualmente adicto a mí
La adicción al sexo es un término que describe cualquier comportamiento sexual que se siente "fuera de control". No es la conducta en sí lo que la define como adicción, sino la dependencia de ella para anestesiar emociones negativas y experiencias difíciles. Como ocurre con todas las adicciones, la mayoría de las personas con adicción al sexo habrán intentado detener o limitar su comportamiento en muchas ocasiones, pero a pesar de las continuas consecuencias perjudiciales para uno mismo y para los demás, no pueden dejar de hacerlo de forma fiable.
Descubrir que su pareja es adicta al sexo o a la pornografía es devastador para la mayoría de los miembros de la pareja. La pareja no sólo experimenta la traición y el engaño que suelen acompañar a una aventura, sino que también puede tener que enfrentarse a un futuro con una pareja que vive en recuperación de la adicción. La mayoría de los cónyuges no tienen ni idea de que su pareja es adicta hasta que se lo revelan o descubren, por lo que el shock es la primera y más intensa emoción. Junto a ella, aparecen sentimientos de rabia, vergüenza, duda, pérdida y miedo.
Es imposible saber si alguien es adicto al sexo sin una evaluación exhaustiva con un terapeuta sexual, pero entre las señales de alarma se incluyen el aumento del secretismo, el aislamiento, el mal humor y la evitación de las responsabilidades de pareja, familiares y sociales. Puede haber un aumento de la irritabilidad, el cansancio, la depresión y la ansiedad, y algunas parejas notan un impacto en su vida sexual, como dificultades de erección o evitación del sexo. Pero recuerde que hay muchas explicaciones para todos estos comportamientos, por lo que es importante no sacar conclusiones precipitadas. Sin embargo, si sabe que su pareja ha luchado contra las adicciones en el pasado y también sabe que consume pornografía, puede que merezca la pena preguntarle si su consumo de pornografía ha aumentado o se ha convertido en un problema para ella.
Adicción sexual
Según los defensores del concepto, la adicción sexual, también conocida como adicción al sexo, es un estado caracterizado por la participación o el compromiso compulsivo en la actividad sexual, en particular en las relaciones sexuales, a pesar de las consecuencias negativas[1]. El concepto es polémico; ninguno de los dos principales sistemas de categorización médica reconoce la adicción al sexo como una afección médica real, sino que categoriza este comportamiento bajo etiquetas como conducta sexual compulsiva.
El concepto de adicción sexual es polémico[2][3] Existe un debate considerable entre psiquiatras, psicólogos, sexólogos y otros especialistas sobre si la conducta sexual compulsiva constituye una adicción y, por tanto, sobre su clasificación y posible diagnóstico. La investigación con animales ha establecido que el comportamiento sexual compulsivo surge de los mismos mecanismos transcripcionales y epigenéticos que median en la adicción a las drogas en animales de laboratorio; sin embargo, a partir de 2022,[actualización] la adicción sexual no es un diagnóstico clínico en las clasificaciones médicas de enfermedades y trastornos médicos DSM o CIE. Algunos argumentan que aplicar tales conceptos a comportamientos normales como el sexo puede ser problemático, y sugieren que aplicar modelos médicos como la adicción a la sexualidad humana puede servir para patologizar el comportamiento normal y causar daño[4].
¿Se puede ser sexualmente adicto a alguien
Las personas sexualmente expresivas suelen considerarse más seguras de sí mismas, más felices y, en general, suelen tener relaciones más satisfactorias con el sexo opuesto (o con el mismo). El problema surge cuando una persona ya no puede controlar sus impulsos sexuales por muy devastadoras que sean las consecuencias.
Curiosamente, no todos los profesionales médicos consideran la adicción al sexo lo suficientemente importante y, por ello, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) aún no la ha incluido como diagnóstico oficial.
Dado que la adicción al sexo sigue pasando desapercibida entre los profesionales de la salud mental, los criterios de diagnóstico de este tipo de adicción suelen ser vagos e imprecisos. Aunque muchos signos y síntomas pueden sugerir que una persona sufre adicción al sexo. Por ejemplo:
Otras investigaciones sugieren que los factores bioquímicos del cerebro también podrían desempeñar un papel en la adicción al sexo. Las anomalías bioquímicas y otros cambios en el cerebro aumentan significativamente el riesgo de que una persona se convierta en adicta al sexo.