Como se crean las adicciones

Razones de la adicción
La adicción, denominada clínicamente trastorno por consumo de sustancias, es una enfermedad compleja del cerebro y el cuerpo que implica el consumo compulsivo de una o más sustancias a pesar de las graves consecuencias sanitarias y sociales. La adicción altera las regiones del cerebro responsables de la recompensa, la motivación, el aprendizaje, el juicio y la memoria.
Al igual que la diabetes, el cáncer y las cardiopatías, la adicción está causada por una combinación de factores conductuales, psicológicos, ambientales y biológicos. Los factores de riesgo genéticos representan aproximadamente la mitad de la probabilidad de que una persona desarrolle una adicción.
Las consecuencias de una adicción no tratada suelen incluir otros trastornos físicos y mentales que requieren atención médica. Si no se trata a lo largo del tiempo, la adicción se vuelve más grave, incapacitante y potencialmente mortal.
Las personas sienten placer cuando satisfacen necesidades básicas como el hambre, la sed y el sexo. En la mayoría de los casos, estas sensaciones de placer están provocadas por la liberación de determinadas sustancias químicas en el cerebro, que refuerzan estas funciones vitales incentivando al individuo a repetir los comportamientos que producen esas sensaciones gratificantes (comer, beber y procrear). La mayoría de las sustancias adictivas hacen que el cerebro libere altos niveles de estas mismas sustancias químicas que se asocian con el placer natural o la recompensa.
¿De dónde viene la adicción?
El origen de la adicción, sobre todo de las formas moderadas y graves, suele comenzar durante la infancia, antes de que se consuma cualquier sustancia adictiva o se estimule la conducta adictiva. Al parecer, la adicción se origina por la exposición de neurovías normales a niveles tóxicos de sustratos neuronales normales que regulan el estrés.
¿Por qué la gente crea adicciones?
La adicción puede deberse a muchos factores, como la genética, los traumas, el estrés, la depresión o los trastornos de ansiedad. Las personas genéticamente predispuestas pueden tener más probabilidades de desarrollar una adicción si padecen estrés crónico o abusan de sustancias como forma de hacer frente a sus problemas.
Cerebro adictivo
La adicción conductual[nota 1] es una forma de adicción que implica una compulsión a participar en un comportamiento gratificante no relacionado con sustancias -a veces denominado recompensa natural[4][5]- a pesar de cualquier consecuencia negativa para el bienestar físico, mental, social o financiero de la persona[6] La adicción se refiere canónicamente al abuso de sustancias; sin embargo, la connotación del término se ha ampliado para incluir comportamientos que pueden conducir a una recompensa (como jugar, comer o comprar)[7] desde la década de 1990. Se ha identificado un factor de transcripción genética conocido como ΔFosB como factor común necesario implicado tanto en las adicciones conductuales como en las farmacodependencias, que se asocian con el mismo conjunto de adaptaciones neuronales en el sistema de recompensa[4][5][8].
Los modelos diagnósticos no incluyen actualmente los criterios necesarios para identificar las conductas como adicciones en un entorno clínico. Las adicciones conductuales se han propuesto como una nueva clase en el DSM-5, pero la única categoría incluida es la adicción al juego. La adicción a los juegos de azar por Internet se incluye en el apéndice como una condición para estudios posteriores[9][10].
Enfermedad de adicción
Pero, al mismo tiempo, es difícil deshacerse de los hábitos, ya que los mantenemos una y otra vez. Jasmine Bittar, del Addiction Center, ofreció consejos sobre cómo romper con los malos hábitos y crear otros nuevos y saludables. En primer lugar, sugirió salir de la zona de confort. La comodidad alimenta los hábitos, por eso es importante que la gente pruebe comportamientos desconocidos para desarrollar otros más sanos y constructivos. Recomendó cuatro objetivos principales para desarrollar nuevos hábitos:
Para entender cómo funcionan los hábitos, hay que ver cómo afectan a la toma de decisiones. Charles Duhigg, autor y periodista del New York Times, habló del papel de los hábitos en el lugar de trabajo en una entrevista con Harvard Business Review. Dijo: "Entre el 40% y el 45% de lo que hacemos cada día parece una decisión, pero en realidad es un hábito". Este sentimiento ayuda a explicar el tipo de proceso de pensamiento inconsciente por el que pasamos cuando tomamos decisiones. Duhigg continuó diciendo que a medida que los hábitos se vuelven más automáticos y rutinarios, más difícil resulta deshacerse de ellos más adelante. Cuando las personas identifican un hábito poco saludable, es importante que "diagnostiquen la señal y la recompensa". Entonces, las personas pueden trabajar con éxito para desarrollar nuevos hábitos.
Cómo afrontar la adicción
La adicción es una necesidad física o psicológica de hacer, tomar o consumir algo, hasta el punto de que puede ser perjudicial para ti. Este artículo describe los tipos, causas y signos de adicción, y dónde obtener ayuda.
Hay muchas razones por las que empiezan las adicciones. En el caso de las drogas, el alcohol y la nicotina, estas sustancias afectan a la forma en que te sientes, tanto física como mentalmente. Estas sensaciones pueden ser placenteras y crear un poderoso impulso de volver a consumir las sustancias.
Si eres dependiente de una sustancia, dejar de consumirla provoca síntomas de abstinencia o "bajón". Como esto puede ser desagradable, es más fácil seguir consumiendo o haciendo lo que te apetece, y así el ciclo continúa. A menudo, una adicción se descontrola porque cada vez se necesita más para satisfacer un deseo y alcanzar el "subidón".
La tensión de controlar una adicción puede perjudicar gravemente el rendimiento laboral y las relaciones de una persona. En el caso del abuso de sustancias (por ejemplo, drogas y alcohol), una adicción puede tener graves efectos psicológicos y físicos.