Adiccion al sexo en hombres

Adicción al sexo, diferencias entre homosexuales y heterosexuales
Los adictos al sexo dependen del sexo como mecanismo de supervivencia. La práctica del sexo y la pornografía aumenta significativamente la actividad de los neurotransmisores: dopamina (sensación de motivación), endorfinas (sensación de bienestar, euforia leve), oxitocina (sensación de amor, intimidad, vínculo), adrenalina (aumento del estado de alerta, "vivacidad", ansiedad, aumento del placer) y serotonina (sensación de calma/estabilidad emocional).
Las primeras investigaciones del psiquiatra estadounidense Dr. Martin Paul Kafka sugieren que no sólo existe la adicción al sexo, sino que también se habla de fantasías sexuales obsesivas y representaciones sexuales como una forma de aliviar el malestar emocional provocado por factores estresantes de la vida, como traumas tempranos no resueltos y/o la disforia asociada a la ansiedad y la depresión.
El trastorno hipersexual, o adicción al sexo, puede asociarse con la vulnerabilidad a los afectos disfóricos, como el malestar o la insatisfacción con la vida, y la actuación sexual como respuesta para calmar los afectos disfóricos.
La verdad sobre la adicción al sexo
La adicción a las actividades sexuales puede ser tan destructiva como la adicción a las sustancias químicas. Los adictos pueden poner en peligro su matrimonio y sus relaciones familiares, permitir que se deteriore su rendimiento laboral y ponerse en peligro a sí mismos y a su pareja a través de múltiples exposiciones sexuales. Aunque son conscientes de las consecuencias, no pueden controlar sus compulsiones sin un tratamiento adecuado. El autor explica cómo detectar adictos y coadictos entre sus pacientes. Para la mayoría de las personas, el sexo mejora la calidad de vida. Sin embargo, entre el 3% y el 6% de los estadounidenses tienen adicción sexual(1). Con su adicción, pueden lesionarse físicamente, sufrir trastornos psicológicos, perder su medio de vida y arruinar relaciones significativas. La adicción sexual suele coexistir con la dependencia química, y la adicción sexual no tratada contribuye a la recaída en el consumo de sustancias químicas. Estos pacientes no sólo se ponen en peligro a sí mismos, sino que también exponen a sus seres queridos al riesgo de contraer el SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual. Los médicos pueden ayudar aprendiendo sobre este fenómeno, que está ganando cada vez más atención en la medicina conductual, y luego educando a estos pacientes y a sus familias.
Hombres 101: Adicción al sexo masculino, ¿o es una adicción?
ResumenEl comportamiento sexual compulsivo a veces se denomina hipersexualidad, trastorno de hipersexualidad o adicción sexual. Se trata de una preocupación excesiva por las fantasías, los impulsos o los comportamientos sexuales que es difícil de controlar, le causa angustia o afecta negativamente a su salud, su trabajo, sus relaciones u otros aspectos de su vida.
El comportamiento sexual compulsivo puede implicar una variedad de experiencias sexuales habitualmente placenteras. Algunos ejemplos son la masturbación, el cibersexo, las parejas sexuales múltiples, el uso de pornografía o pagar por sexo. Cuando estos comportamientos sexuales se convierten en el centro de atención de su vida, son difíciles de controlar y son perturbadores o perjudiciales para usted o para los demás, pueden considerarse comportamientos sexuales compulsivos.
Independientemente de cómo se denomine o de la naturaleza exacta del comportamiento, la conducta sexual compulsiva no tratada puede dañar su autoestima, sus relaciones, su carrera, su salud y a otras personas. Pero con tratamiento y autoayuda, puede aprender a controlar la conducta sexual compulsiva.Productos y ServiciosMostrar más productos de Mayo Clinic
Adicción al sexo 101
Según los defensores del concepto, la adicción sexual, también conocida como adicción al sexo, es un estado caracterizado por la participación o el compromiso compulsivo en la actividad sexual, en particular en las relaciones sexuales, a pesar de las consecuencias negativas[1]. El concepto es controvertido; ninguno de los dos principales sistemas de categorización médica reconoce la adicción al sexo como una afección médica real, sino que categoriza dicho comportamiento bajo etiquetas como comportamiento sexual compulsivo.
El concepto de adicción sexual es polémico[2][3] Existe un debate considerable entre psiquiatras, psicólogos, sexólogos y otros especialistas sobre si la conducta sexual compulsiva constituye una adicción y, por tanto, sobre su clasificación y posible diagnóstico. La investigación con animales ha establecido que el comportamiento sexual compulsivo surge de los mismos mecanismos transcripcionales y epigenéticos que median en la adicción a las drogas en animales de laboratorio; sin embargo, a partir de 2022,[actualización] la adicción sexual no es un diagnóstico clínico en las clasificaciones médicas de enfermedades y trastornos médicos DSM o CIE. Algunos argumentan que aplicar tales conceptos a comportamientos normales como el sexo puede ser problemático, y sugieren que aplicar modelos médicos como la adicción a la sexualidad humana puede servir para patologizar el comportamiento normal y causar daño[4].